La observación atenta de un bonsái nos pondrá en evidencia que todas sus partes, desde las raíces hasta las ramas, pasando por el tronco y el follaje, presentan en conjunto un aspecto único de equilibrio y armonía. Para conseguirlo, su creador ha jugado con la forma, la línea, la proporción y la apariencia de madurez de la planta.

Este equilibrio depende de una serie de factores como: localización de las ramas, la distribución de las hojas, la situación de la planta en la maceta y la variedad y tamaño de las ramas.

En la imagen, un primer paso para crear un bonsái. Se ha efectuado una poda para darle una primera forma y se ha alambrado para direccionar algunas ramas

Pero no debe confundirse equilibrio con simetría. rara vez encontraremos un bonsái simétrico, en cambio, todo bonsái que se precie de tal será equilibrado y para lograrlo es imprescindible estudiar la distribución de sus elementos para sacarlas el mejor partido y, combinándolos, conseguir el equilibrio.

Si trazamos las siluetas esquematizadas de varios bonsáis clásicos observaremos que presenta un hecho común, y es que sus siluetas siempre dibujan un triángulo escaleno.

A continuación vamos a analizar las características básicas que deben presentar los distintos elementos del bonsái para un buen diseño. Los elementos considerados son: la cara y espalda, el tronco, las ramas, el follaje, las raíces y la maceta.

Búsqueda personalizada

Esta página forma parte de: todaCultura.com

Contactar