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La fauna que vive en esta zona, al igual que su flora es rica y variada. Entre
los mamíferos, en la actualidad, debemos de destacar el jabalí,
el corzo y el zorro como especies de mayor porte, también existen liebres,
algún conejo (pocos), tejón, gato montes, garduña, comadreja,
topo ibérico, ardilla, entre otros y hace un par o tres de años
se rumorea que habían vuelto los lobos, porque lobos en esta tierra siempre
los había habido, ya en 1580, en la relaciones topograficas mandadas realizar
por Felipe II, en las preguntas que se hacia al pueblo, en la pregunta número
18, dice textualmente: "Si es tierra abundosa o falta de leña, y de donde se
proveen, y si montuosa de que monte y arboledas, y que animales, cazas y salbaginas
se crian y hallan en ella.", a lo que los habitantes del lugar contestaron:
"A los diez y ocho capitulos dixeron: quel dicho lugar de Gascueña es abundoso
buenamente de leña, e que en aquella tierra no hay ni se crian cazas salbaginas,
si no es algunas pocas liebres, e perdices, e conejos, y muchas zorras, e a veces
hay lobos, que los quieren comer." En la misma Relación topográfica
al llegar a Bustares, los funcionarios reales pasan el cuestionario de cincuenta
preguntas, y en la número 18 se vuelven a mencionar los lobos "se crian lobos
e zorras, é perdices y liebres y algunos conejos, aunque pocos destos."
De las aves hay que destacar las rapaces, en esta zona anida el águila
real, el milano real, el águila culebrera, el alimoche, el halcón
peregrino, el alcotán, el aguilucho cenizo, el búho real, el mochuelo,
la lechuza. También existe una población muy importante de buitres
leonados. Otras especies de interés que están presentes
en la zona son: la chova, la ortega, la perdiz y, entre las especies migratorias,
la codorniz, la paloma torcaz y la becada. De las aves acuáticas hay que
citar la polla de agua, focha, anade real y como invernantes la garza real y las
avefrías. En cuanto a los reptiles mencionar la culebrilla de
agua (culebrilla ciega), culebra lisa europea, la culebra de escalera, la víbora
hocicuda (su mordedura resulta venenosa con graves consecuencias) y diversos tipos
de lagartos. Hace treinta años casi no había jabalíes
ni corzos, hoy es lo que más abunda, en cambio, en aquellos tiempos pretéritos,
las especies de menor porte (liebre, conejo, perdices, codornices etc.) eran muy
abundantes. En las Relaciones Topográficas de Felipe II, en las
preguntas que contestan los habitantes de Gascueña, en el apartado 21,
textualmente dice: "A los veinte o vn capitulos dixeron: que no ay nada
de lo contenido en el capitulo en el dicho lugar, ecepto aquel dicho rio de Vornova
cria algunas truchas, e anguillas, e otros peces". Normalmente, se
dice que, en una generación no se aprecian los cambios y transformaciones
que se producen en el medio ambiente, pero nuestra generación se ha comportado
de una forma harto agresiva con la naturaleza, y yo, desde mi conciencia, haciendo
balance, he constatado que han desaparecido algunas especies como por ejemplo
la trucha común, la rata de agua, la gusarapa, el andarrios, el desmán,
entre la fauna ligada al río y no hace falta romperse mucho la cabeza para
establecer causas por las cuales han desaparecido las citadas especies. Entre
ellas, debemos citar, las diversas contaminaciones que ha sufrido el río,
por ejemplo los aportes de agua de lluvia que, lavando las tierras de labor arrastran
nitratos, fosfatos productos de los abonos químicos y componentes de los
herbicidas e insecticidas con que abonan y tratan las tierras de cultivo o, la
más grave, la contaminación aportada por la piscifactoría,
construida en el límite de Somolinos y Albendiego. Otra contaminación
y transformación del medio ha sido la que ha permitido e incluso promovido
la Administración, al repoblar, con truchas no autóctonas, la Laguna
de Somolinos. En esta laguna jamás había habido truchas. Existía
una fauna típica que en la actualidad ha desaparecido. Las truchas con
que han repoblado la laguna, han salido al río y han entrado en conflicto
con la trucha autóctona que ya estaba muy mermada a causa de haber instalado
una piscifactoría que recogía toda el agua del río para alimentar
sus estanques de cría y reproducción, por lo que el agua que volvía
al rio se encontraba bastante contaminada por el arrastre de restos de pienso,
arrastre de los productos de limpieza y desinfección de los estanques,
de la falta de oxigeno en el agua ... todo ello ha contribuido a acelerar la desaparición
de la trucha autóctona de nuestro río. Otra especie que
ha desaparecido de estos predios es la escandalosa urraca, otrora abundante y
perseguida por ladrona y taimada, en épocas de reproducción quitaba
los polluelos de cualquier corral. No tengo constancia de las posibles
desapariciones de algunas especies de la vida vegetal, aunque estoy convencido
que, merced al uso y abuso de los herbicidas, algunas de las plantas que nacian
al abrigo de los sembrados, posiblemente, hayan desaparecido. De lo que si tenemos
noticia cierta, por su evidencia y resonancia en el ámbito nacional, es de la
desaparición de los olmos, árboles endémicos de nuestras tierras mesetarias y
que, por culpa de un insecto introducido desde Canada, ha provocado una enfermedad
en esta especie llamada "la graciosis", que tiene como consecuencia la muerte
de árboles centenarios. Al parecer, en un programa de investigación genética,
han creado un olmo resistente a dicha enfermedad, mediante cruces y mezclas entre
olmos siberianos e ibéricos. Esperemos ver, otra vez nuestras olmedas, brindándonos
esa sombra tan reparadora en las dias abrasadores de verano. En la actualidad,
corren rumores de que ha vuelto el lobo a estas sierras, aunque mucho me temo
que, lo que se le achaca al lobo, quizás se lo tengamos que atribuir a
esos perros abandonados o asilvestrados que cada vez abundan más.
Estas son especies de las que yo soy consciente que han desaparecido de la zona,
pero ¿cuantas habrá que no nos hayamos dado cuenta de su desaparición?
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