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Toro una ciudad de situada a 33 km de Zamora, sobre un otero que domina
la vega del Duero, aún conserva su caracter medieval. Rodeada de viñedos
y de una feraz huerta, es cuna de grandes vinos y, antaño, capital de provincia
que hicieron de esta ciudad plaza fuerte codiciada, patrimonio real, señorío
de princesas y heredad del infantazgo. Posiblemente su topónimo proceda
del verraco celtibérico situado bajo el arco de Santa Catalina, a la entrada de
la ciudad.
Toro posee un pasado histórico de gran esplendor como dejan
patente su rico y extenso patrimonio artísitico conpuesto por sus viejos
y nobles caserones con ricos porticados y escudos heráldicos, innumerables iglesias
románicas de influencia mudéjar, monasterios de asentamiento antiquísimo,
palacios de gran valor y sobre todo su Colegiata. El actual trazado urbano
permite adivinar lo que fue la primitiva cerca defensiva con los restos del Castillo
hacia el Este y la Torre del reloj. Del trazado de la segunda muralla se conservan
las puertas de la Corredera y del Postigo.
Palacios como el de las Leyes
del que sólo se conserva la fachada. el de los condes de Requena (s.XV),
el de los marqueses de Alcañices (s.XV) y de Castrillo (s.XVI). Dentro
de la arquitectura civil destacan el Ayuntamiento (s.XVIII), el teatro Latorre,
de tipo isabelino, la casa-museo de Delhy Tejada y la peculiar plaza de toros,
construída en 1828.
Como cualquier ciudad importante tuvo Toro importantes
hospitales de los que se conservan las fábricas de tres: el del Obispo,
el de Pobres convalecientes y el de las Angustias e importantes monasterios como
los los conventos del Sancti Spiritus, fundado por Teresa Gil, el de Santa Clara,
que guarda el sepulcro de la infanta doña Berenguela, el de Santa Sofía,
con tallas de la escuela de Juan de Juni, y de la Purísima Concepción
en el que puede admirarse una muy buena colección de ornamentos litúrgicos.
Una docena de iglesias: San Lorenzo, San Salvador, el Santo Sepulcro,
Santa María de la Vega, San Julián y san Pedro del Olmo son originarias
del siglo XII, mientras que Santa María de Arbas, san Sebastián
de los Caballeros, Tanto Tomás Cantuariense y La trinidad fueron construídas
después de la decimosexta centuria.
De especial interés su
Colegiata de origen románico, siglo XII. Emplazada en un privilegiado lugar,
donde se divisa toda la vega toresana con su puente románico cruzando el Duero,
la iglesia colegial de Santa María, mezcla de un gótico incipiente
y un románico maduro, se corona con un cimborrio idéntico al de
la salmantina Torre del Gallo.
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