La capital ibicenca (Eivissa) se halla recostada en la falda de una montaña, salpicando el paisaje con un manto de casas blancas apiñadas que llegan hasta la cumbre, dominada por una impresionante fortaleza.
Llegados a Ibiza, aparte de buscar el relajo y el descanso, es aconsejable visitar:

El Museo Monográfico del Puig de Molins. Posiblemente el mejor museo de Arte Púnico de Europa.

La Necrópolis púnica de Puig de Molins. Del siglo VII aC. se halla situada por debajo del Museo, fue declarado como Patrimonio de la Humanidad-UNESCO, destacan las impresionante sepulturas púnicas en hipogeo.

La ciudad Fortificada de Dalt Vila. Conjunto declarado como Patrimonio de la Humanidad-UNESCO. Desde la antigüedad romanos, vándalos y árabes amurallaron la ciudad pero fue durante la edad media cuando la villa comenzó a adquirir su aspecto actual, siendo el Portal Nou o Portal de Ses Taules la entrada principal al recinto amurallado de la ciudad vieja de Ibiza. Se encuentra entre los baluartes de Sant Joan y Santa Llúcia, y fue construido entre 1584 y 1585.

La Catedral. De estilo gótico en sus orígenes, la catedral de la isla adoptó, en posteriores reformas, el estilo barroco.
En el año 1235 las tropas catalanas, mandadas por Guillem de Montgrí, prometieron que si lograban conquistar Ibiza erigirían un templo y debido a esta promesa consagraron una parroquia, que edificaron en el mismo lugar que ocupaba la mezquita de Yebisah.
Su inicial construcción gótica del siglo XIV fue reformada en el siglo XVIII, adoptando entonces un estilo barroco. Su exterior es severo y sobrio, con unos robustos contrafuertes.

El culto está dedicado a Santa María la Mayor o Nuestra Señora de las Nieves, porque las tropas catalanas prometieron erigir un templo en honor de la virgen más cercana al día de la conquista, que fue un 8 de agosto, y Nuestra Señora de las Nieves se celebra el día 5 de agosto.
Museo Arqueológico. Expone una colección de piezas que abarcan desde tiempos prehistóricos hasta el s. XV.