Escuela de "pintura del mundo flotante"
o "del mundo que fluye", en Japón. Se inició a finales
del siglo XVIII y se mantuvo hasta 1868, fecha en la que fue clausurada justo
al inicio de la época Meiji.
Se caracteriza por emplear principalmente
la xilografía como técnica para plasmar escenas de la vida cotidiana
y el ocio (baños, teatro kabuki, prostíbulos, barrios de ciudades...)
y paisajes.