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La tradición nos cuenta que en el Alto Rey hubo convento templario.
Antes de exponer las hipótesis simplemente recordar que: los Templarios,
en un principio se llamaron "pobres soldados de Jesucristo", reunidos
en 1119 al amparo del Patriarca de Jerusalén, hicieron votos de pobreza,
castidad y obediencia, comprometiéndose a defender a los peregrinos y velar
por la seguridad de caminos.
Aunque ¿qué objeto tendría el asentamiento de los Templarios
en estas tierras cuando ya era una posesión estable y la frontera se había
desplazado al Tajo?, (anexión de Toledo por Alfonso VI en 1085), como se
ha apuntado anteriormente, uno de los fines de esta orden, era proteger al peregrino
débil frente a su vecino musulmán (árabe); aunque mirado
desde otro punto de vista, partiendo de la situación geográfica-estratégica
de Albendiego, en el corredor natural entre la submeseta norte y la sur, paso
obligado para viajeros, comerciantes y peregrinos etc., abundante en agua y pastos,
es posible que los templarios, se estableciesen en el valle en Albendiego, en
cumplimiento de una de sus funciones "vigilar y crear seguridad en los caminos".
Si a esto unimos que en Atienza y Campisábalos existe la tradición
de el asentamiento de los templarios, podemos hacernos la idea de que estos asentamientos
tenían la misión de vigilar la ruta entre la submeseta norte y la
submeseta sur. Una ruta que, indudablemente debía tener una base económica,
aunque, posteriormente, una vez que se estabilizase y afianzase la frontera, entiendo
que sería una ruta menor de peregrinaje que enlazaba con el Camino de Santiago.
Pero ¿Se establecerían en un lugar tan inhóspito como
la sierra del Alto Rey? fuera de cualquier ruta... no es lógico. Del mismo
modo la tradición atribuía, a la Orden, la posesión de la
iglesia de Albendiego y de todas las tierras comprendidas entre la iglesia y la
ermita. De cualquier forma, hemos de dejar constancia que, desde muy
antiguo, existen referencias a la ermita del Alto Rey. En las "Relaciones
Topográficas de Felipe II, 1580" en la referencia a Gascueña,
se recoge la siguiente opinión: "Casa del Rey de la Magestad, hermita
de grandisima devocion" y en la referencia a municipio de Bustares: "Casa
y hermita que se nombra y llama del Señor Rey de la Magestad ".
Con la misma referencia "Relaciones Topográficas, 1581"
en la cita del municipio de Hiendelaencina, recogen la opinión: "Casa
del Santo Alto Rey de la Magestad, en la cual hay milagros y grandisima devocion".
Por otra parte, Madoz, en su obra Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico
de España, Madrid 1845 recoge que "Se cree que esta abadía
se fundó con las haciendas que poseían los templarios de aquel territorio
y consisten en la misma iglesia de Santa Coloma, parroquia en el día, un
castillo inmediato a ella con casa y huerta, la ermita titulada del Santo Alto
Rey, que está situada en lo más alto de la gran sierra que lleva
de nombre al sur de la población". Pablo Riera, en su
Diccionario Geográfico-Histórico de España, Barcelona 1881,
recoge la tradición de que "los bienes que poseían los templarios
en aquel territorio, que consistían en la misma iglesia, un castillo inmediato
a ella, una casa y huerta, la ermita del Santo Alto Rey, que está en el
monte de su nombre y toda la tierra que mediaba entre dicho sitio y la parroquia".De
hecho, en los archivos de la diócesis de Sigüenza, según recogen
diversos autores entre ellos Marcos Nietos, no existen documentos que avalen lo
que la tradición nos dice y a pesar de lo que recogen los textos de Felipe
II, Madoz y Riera. No existe mención directa ni indirecta de los Templarios.
Es más, antes de su extinción en 1311, Albendiego era del Abad de
Santa Coloma de los canónigos regulares de San Agustín.
En cambio si está suficientemente documentado que la orden de Canónigos
regulares de San Agustín, poseían, en Albendiego, casa e iglesia
(Santa Coloma). Así a finales del siglo XII, concretamente el 21 de abril
de 1197, el Obispo D. Rodrigo escribía "regularibus canonicis",
afirmando que vivían en aquel monasterio según el Instituto Reglar
de San Agustín: "in Sancte Columbe monasterio vitam ducere secundum
institutionem beati Agustini perpetuo regulare". Esta comunidad tenía
dos casas, una en Albendiego y otra en lo más elevado de la sierra del
Alto Rey en la parte norte, muy cerca de la ermita, en la cumbre de la montaña.
Esta ermita está dedicada al Santo Rey de la Majestad.
No
obstante no hay que descartar la presencia templaria en estos lugares. Las razones
oscuras de que se haya borrado la historia de su paso por estos pagos quizás
tengamos que achacarlo a intereses ocultos e inconfesables. Recordemos
que, la bula de Clemente V: "Ad providam", dictaba que todos
los bienes de la Orden del Temple, pasasen a manos de la Orden de San Juan de
Jerusalén o del Hospital. Estas decisiones no fueron acatadas del mismo
modo por todos los reinos que, en aquellos momentos, componían el mosaico
político de la península Ibérica. En este caso, Aragón
aceptó todas las condiciones impuestas por el Papa. En cambio en Castilla,
reinando Fernando IV, fue la corona la que se quedó con la mayor parte
de las propiedades templarias, otorgando a la nobleza y a las Órdenes Militares
cercanas al poder político, el resto de las mismas. | |
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