Será con los Borbones, sobre todo durante el reinado de Carlos III, conocido como el mejor alcalde de Madrid, cuando se completará el trazado urbanistico y monumental de Madrid. Fue en la época de la Ilustración cuando Madrid se pobló de museos, academias y bibliotecas.

El presente itinerario puede dar comienzo en:
El Palacio Real, que por su importancia y belleza, si visitamos todas las dependencias que están abiertas al público, Plalacio, farmacia, salón de carruajes armería y La Catedral de la Almudena, Jardín de Sabatini, Jardines del Moro, Plaza de la Opera y Teatro de la Opera, puede ser que se empleemos más de media jornada o la jornada completa, depende el detenimiento que queramos emplear en las visitas.

Este circuito se puede continuar por la Calle Mayor, pasaremos por la Plaza de la Villa -Ayuntamiento-, y bocacalles cortas que dan acceso a la Plaza Mayor, para llegar a la Puerta del Sol, donde nos detrendremos para admirar Real Casa de Correos, en los años de la dictadura fue sede de la Dirección General de Seguridad del Estado y la Casa de Postas, situada en las aledañas calles de Callejón de San Ricardo, s/n, c/v Calle de la Paz, 2.

Continuaremos el itinerario por la Calle de Alcalá, pasando frete a la Real Casa de Aduanas, que ocupa los números 5, 7, 9 y 11 de esta calle. Después la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Calle de Alcalá, 13, palacio construido por Churriguera

Muy cerca, en Caballero de Gracia nº 5, podremos ver el Oratorio del Caballero de Gracia. En la calle Alcalá, esquina con Gran Via, la Iglesia de San José, obra maestra del barroco del siglo XVIII, y en la esquina con Cibeles el Palacio de Buenavista, construido en 1777 por encargo de los Duques de Alba, actual Cuartel General del Ejercito.

Llegamos a la Plaza de la Cibeles en pleno Paseo del Prado, cruce con la Calle de Alcalá, encontramos la Fuente de la Cibeles, El Palacio de Telecomunicaciones y el Banco de España.

Siguiendo por la calle de Alcalá, llegamos a la plaza de su mismo nombre formada en las en la confluencias de la calle Serrano con la calle Alcalá, presidida por la Puerta de Alcalá, diseñada por Sabatini, siendo uno de los símbolos representativos de Madrid.

El Paseo del Prado, concebido en tiempos de Carlos III como paseo ajardinado que albergara edificios dedicados a la ciencia, y a su alrededor se construyeron Palacios, Museo del Prado, Jardín Botánico y fuentes como las de Cibeles, Fuente de Apolo, y Fuente de Neptuno.

Con el reinado de Isabel II comienza una nueva etapa de crecimiento urbanístico: es el Madrid Romántico de principios del siglo XIX, caracterizado por las tertulias en los cafés, una incipiente clase media, las primeras industrias y la agitada vida política con el turno en el poder de los partidos liberal y conservador.