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Al poniente de la provincia de Zamora se extiende un amplio territorio fronterizo
con Portugal que tiene unas características comunes, su atractiva arquitectura
ysu bello emplazamiento.
Nos adentramos en en las comarcas de Alba y Aliste, viajando por la carretera nacional N-122 (E-82), situadas en la frontera con Portugal y, a medida que vamos avanzando va cambiando el paisaje, surgiendo fincas cerradas con vallas de piedra, por un terreno ondulado salpicado de jara y encinas.
Si partimos de Zamora, viajando por la carretera N-122 hacia el oeste, a 12 km, encontramos una carretera autonómica que nos llevaría a la iglesia Visigoda de
San Pedro de la Nave, del S. VI, de gran belleza arquitectónica y conservada en perfecto estado.Siguiendo camino por la carretera N-122, llegaremos Muelas del Pan y Ricobayo, a unos 20 km. de Zamora, pueblos situados en las orillas opuestas del embalse de Ricobayo sobre el río Esla. El sorprendente salto donde desemboca la presa
forma un impresionante cañón, flanqueado por dos paredes de roca,
que constituye una obra de ingeniería de interés, a la que se une
la reciente construcción de un gran puente sobre el embalse, y que se convierte
en un motivo más para visitar estos pueblos.
El objetivo final del viaje es llegar a Alcañices, capital de la comarca alistana y pueblo fronterizo, por lo que existen restos de una antigua fortificación como la llamada Torre del Reloj, que es parte de la antigua muralla. También podemos visitar dos iglesias de los siglos XIII y XVI y el Palacio de los Marqueses de Alcañices.Desde aquí, y en posteriores jornadas podemos establecer el inicio de una nueva jornada para recorrer los pueblos situados en los confines de la provincia como
Moldones, Riomanzanas, Villarino de Manzanas, Santa Cruz de los Cuérragos o Linarejos, estos últimos ya en la sierra de la Culebra, todos ellos con una arquitectura típica de la zona.
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