A continuación se concreta la ruta turística propuesta por el Ministerio de Fomento que discurre por la isla de Tenerife, con el siguiente itinerario: Santa Cruz de Tenerife, Güimar, Granadilla de Abona, Vilaflor, con un recorrido aproximado de 90 km.

El Teide, la mítica Montaña Blanca, es el punto de destino de esta ruta que recorre las tierras del sur de Tenerife. En fuerte contraste con el norte, fértil y húmedo, en las comarcas sureñas dominan los paisajes ocres y secos, y la tierra se abre con frecuencia en barrancos y simas. No hay en este itinerario poblaciones de importancia pero sí numerosos lugares, la mayor parte de ellos protegidos, donde la naturaleza es principal protagonista.

"El Teide se alza en el suelo
Gigante" generalife"
para escribir en el cielo,
El nombre de Tenerife".

• Santa Cruz de Tenerife. Es la capital de la isla, situada en un circo de montañas. Fue fundada como puerto de La Laguna por el Adelantado Fernández de Lugo (1494). Durante los siglos XVI y XVII, la ciudad y toda la isla, sufrieron frecuentes ataques de los piratas.
  Como principales lugares que soliciten nuestro interés debemos citar las iglesias barrocas de la Concepción (S.XVII) y de San Francisco (S.XVII), el palacio de Carta (S.XVIII) y los castillos de San Juan y de Almeida en el que se guarda el célebre cañón que dejó manco al almirante Nelson, derrotado en la isla (1797), el parque García Sanabria, con exóticas plantas y dragos centenarios, y el Museo Arqueológico (colección de objetos guanches). Una opción muy recomendable es el Parque Acuático diseñado por César Manrique.
• Candelaria En cuya basílica se venera la Virgen que la tradición afirma que unos pescadores encontraron en este lugar a finales del siglo XIV una estatua de la virgen a la que llamaron Candelaria y desde entonces se ha convertido en un centro de peregrinación canaria con el fin de recibir el agua bendita de la Fuente de los Peregrinos. En una de sus avenidas, nueve estatuas de piedra roja volcánica recuerdan los mencereyes gobernantes de estas islas antes de su conquista.
• Arafo: famoso por sus vinos blancos nacidos entre lava.
• Güimar: En el valle del mismo nombre. Pintoresco casco urbano de acogedoras plazas y calles blancas. La iglesia de San Pedro Apóstol guarda algunas tallas notables y una imagen de la Virgen venerada en una tradicional romería. En los alrededores: el Valle de Güimar, fértil gracias a la intervención humana, crecen cultivos de plátanos, de flores y frutos tropicales que contrastan con los tonos negros de las alturas volcánicas. La carretera de La Hidalga a Güimar cruza una corriente de lava negra que en el siglo XVIII estuvo a punto de enterrar la comarca. Abundan las cuevas que habitaron los guanches (El Cañizo, Barranco de Badajoz ).
• Mirador de Don Martín. Vistas panorámicas del valle de Güimar.
• Arico. Localidad de la comarca de Abona goza de especial interés la iglesia de San Juan Bautista (s. XVIII), construida sobre una ermita anterior. En los alrededores: el Salto de las Hiedras (Paraje Natural de Interés Nacional).
• Granadilla de Abona. Capital de la comarca de Abona, localidad eminentemente agrícola en que puede visitarse la iglesia de San Antonio (s. XVIII XIX). En los alrededores: Barranco del Río (Paraje Natural de Interés Nacional), barranco de abruptas y espectaculares paredes. Barranco de los Derriscaderos (Paraje Natural de Interés Nacional).

• Vilaflor. El pueblo más alto de la isla. Rodeado de espléndidos pinos, algunos con ocho metros de perímetro. Célebre artesanía de encajes. En los alrededores: desde Vilaflor la carretera conduce al Parque Nacional del Teide pasando antes por colosales órganos de piedra y por la Boca de Tauce, una enorme brecha geológica.