Ciutadella. Situada en el extremos occidental de la isla, fue la antigua capital de la isla desde la época musulmana hasta el s. XVIII, siendo declarada Monumento Histórico Artístico Nacional y, por su importancia histórica y de patrimonio, merece una visita más sosegada, por lo que dedicamos una jornada para su visita.
Ciudadela, a diferencia de Mahón, presenta una auténtica atmósfera mediterránea, dominando los colores cálidos en la decoración de sus fachadas, y donde se suceden numerosos edificios de origen musulmán y medieval. La visita puede dar comienzo por:

El puerto. Enclavado en una ensenada natural, presenta un aspecto pintoresco de extraordinaria belleza que impresiona notablemente si se llega a él por mar.

La Contramurada. Es un amplio paseo construido donde originariamente estuvieran las murallas de la ciudad y que rodea el casco antiguo.

La Plaza de Born. Es el centro de la ciudad y donde se halla el Ayuntamaiento.

Museo Nacional. Que recoge y conserva importantes documentos históricos y colecciónes de piezas arqueológicas medievales e islámicas.

La Catedral. Edificada en el s. XIV, sobre una antigua mezquita. Sufrió diversas reformas posteriores, sobre todo durante el s. XIX, por lo que domina una interesante mezcla de estilos gótico y neoclásico.

Seis Voltes. Calles porticadas con gruesas bóvedas y muros encalados. Casas palacio como la Casa Saura, de los s. XVII y XVIII, el Palacio del Barón de Lluriach del s. XVIII, o el Palacio Martorell, del s. XVII.

Las iglesias del Roser, s. XVIII, y la de San Francisco del s. XVI al XIX.

Naveta des Tudoms. En los alrededores la tumba prehistórica, Naveta des Tudoms, que constituye uno de los más importantes y mayores monumentos funerarios de la isla y calas paradisiacas como Cala en Blanes, Cala en Forcat , Cala en Brut, Cala Santandria y Cala Blanca .