La legua es una antigua medida de longitud empleada por los romanos, que
expresa la distancia que una persona o un caballo pueden andar en una hora. Esta
medida, como todas las antiguas su longitud no era en todos los sitios igual,
dependiendo de la naturaleza del terreno. En Castilla la Legua se componía
de 6665,9 Varas (20.000 pies) lo que equivale a 5.572.7 metros.