|
El Patronato de turismo de la Costa del Sol nos describe con el interior
malagueño apoyándose en cuatro puntos o pilares de la geografía
malageña:
- Ronda y la Serranía. Histórica ciudad con un emplazamiento
prodigioso sobre su célebre tajo, rodeada de la mítica serranía afamada
por el bandolerismo del siglo XIX que estimuló la imaginación de los
escritores románticos de Europa. A ella se puede acceder desde San Pedro
de Alcántara, al oeste de Marbella, y a través del valle del Guadalhorce
desde Málaga o por el norte de la provincia. Desde Ronda hay conexiones
sencillas para visitar el extraordinario Valle del Genal, con sus pueblos
de aires moriscos; los célebres pinsapares (especie común con el abeto)
o el corredor natural del río Guadiaro que desciende hasta los límites
de la Costa del Sol.
- Antequera y la Vega. Esta localidad del norte provincial,
conocida por sus dólmenes prehistóricos y su sobrio aire clásico en
la monumentalidad religiosa y civil, es el eje viario del interior provincial.
Cualquier viaje a Málaga, excluyendo los accesos por el litoral, pasa
por esta ciudad. Característico su entorno de campos de labor ondulantes
y llanuras jalonadas por pueblos sobre cerros coronados por fortalezas
antiguas. Desde allí se accede fácilmente al Torcal, paraje kárstico
más importante de Europa, y a la Laguna de Fuentepiedra, mayor criadero
continental de flamencos y otras zancudas junto a La Camargue francesa.
- Los Montes y la Hoya. La autovía que une Antequera y
Málaga atraviesa Los Montes, un ecosistema con abundante tejido vegetal
de repoblación y prolija vida natural. Resulta mucho más atractivo tomar
el antiguo Camino Real, entre Colmenar y Málaga. Es formidable el descenso
por la serpenteante carretera mientras se descubre el abrupto perfil
de Málaga que permite bajar desde esa altitud de partida en torno a
los 1.000 metros sobre el mar hasta llegar al rutilante Mediterráneo.
Al norte, esta ruta recorre La Hoya, en dirección a Granada y la comarca
de la Axarquía, a través de un hermoso laberinto de vaguadas y regatos
entre almendrales, encinares centenarios y olivos.
- La Axarquía.
El arco de sierras calizas que atraviesa Málaga da paso a esta comarca
que se extiende hasta el litoral de la Costa del Sol Oriental. A través
de Vélez-Málaga la conexión es buena, y también vía Nerja. Tras la cornisa
serrana, que se une con las imponentes montañas de Tejeda y Almijara
que se elevan hasta los 2.000 metros, se suceden los pueblos con encanto
árabe y los estrechos valles cultivados en bancales por los que descienden
arroyos. Existen varias guías de casas rurales y hoteles con encanto
ubicados en estas zonas. En las oficinas de turismo de puede encontrar
abundante información. Tanto como opción de vacaciones, o haciéndolas
coincidir con la estancia en la Costa del Sol, se trata de una atractiva
ocasión para conocer de cerca las tierras que iluminaron la imaginación
de los viajeros románticos en la Europa del siglo XIX. Este apartado
coincide con la ruta propuesta por el Ministerio de Fomento.
|
|